- Jamones salados, como el ibérico o el serrano, acompáñalos con vinos tintos intensos en aromas y estructura. Nuestros favoritos son los Cabernet Sauvignon y Rioja. Los amantes del jerez se darán un banquete al combinarlos con estos embutidos.
- Jamones no intensos en sal como los elaborados con carne de pollo y pavo van bien con un vino blanco Chardonnay, por su excelente equilibrio entre estructura y frescor.
- La mortadela al ser mas grasa, va genial complementarla con un espumoso Brut. Una armonía fantástica!
- El salchichón, normalmente condimentado con sal y pimienta da un maridaje perfecto con el Carmenere.
Foto de www.pexels.com
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